El Homenaje al Bibliotecario es un reconocimiento que otorga La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara a quienes se han distinguido en el desarrollo de las bibliotecas y los servicios de información.  Contribuir al desarrollo de las bibliotecas es algo que Oscar ha hecho en distintas instituciones públicas y universitarias, así como en organizaciones profesionales desde 1971, siempre en pro de la creación y mejora de las bibliotecas mexicanas como lo fue la Red Estatal de Bibliotecas Públicas del Estado de Tabasco.

Oscar Gerardo Saavedra Fernández es Licenciado en Biblioteconomía, egresado de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía de la Secretaría de Educación Pública de México.

Fue vicepresidente y Gerente General para América Latina y el Caribe de EBSCO Information Services, y estuvo en la empresa por más de 20 años.

Ha desempeñado cargos como presidente de la Asociación Mexicana de Bibliotecarios, A.C. (AMBAC) (2011-2013) y ha formado parte de asociaciones bibliotecarias en varios países de América Latina. Adicional a lo mencionado anteriormente, también participa activamente como conferencista, coordinador de mesas redondas, instructor de seminarios y talleres en diversos eventos nacionales e internacionales relacionados con diferentes áreas de la Bibliotecología.

Hace algunos años inició su etapa de jubilación, pero ha seguido activo en el mundo de la bibliotecología y de la información a través de diversas asociaciones.

Tuvimos la oportunidad de tener una muy amena charla con él, donde platicamos un poco más de su productiva trayectoria de casi 50 años.

¿Cuál fue la primera FIL a la que asististe, imaginaste alguna vez recibir este premio?

Yo fui a la primera FIL en 1987, no he faltado a ninguna y he sido testigo de su desarrollo, de su inicio en los años 80´s y en lo que se ha convertido, siendo sin lugar a duda la feria del libro en idioma español más importante del mundo, aún más que la feria Liber de Madrid.

Nunca imaginé que la FIL iba a designarme como merecedor de este homenaje, y lo mencioné públicamente cuando lo recibí, el impedimento principal que durante muchos años se convirtió en el tabú de nominarme para ese merecimiento, fue el hecho de trabajar en la industria de la información y no ser un bibliotecario en el ejercicio propiamente bibliotecario como la academia lo concibe. Durante muchos años los bibliotecarios vendedores de la industria de la información fuimos satanizados. El hecho de que AMBAC permitiera en sus Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía desde los 80´s la participación de proveedores, implicó romper un tabú muy importante. No he dejado de ser bibliotecario un solo minuto desde que decidí dejar la práctica bibliotecaria para trabajar como bibliotecario desde la trinchera de la industria de la información y nunca esperé que la FIL nominara a un vendedor para el Homenaje al Bibliotecario. Me sentí muy orgulloso y lo dije, se rompió el tabú y acepté humildemente el reconocimiento por todos mis colegas de la industria de la información.

¿Qué te motivó a entrar al mundo de la bibliotecología e información y hacer de estos tu carrera profesional?

El 85-90% de los bibliotecarios en México al menos, lo somos por accidente. La inmensa mayoría de los bibliotecarios profesionales que yo conozco caímos accidentalmente en el campo de la información. Como lo mencioné en mi discurso de la FIL. “Si yo volviera a nacer, no tengo la menor duda que volvería a elegir ser bibliotecario, pero con la experiencia que tengo hoy”.

Al terminar mi bachillerato trabajé en el Conacyt y como era bilingüe, me mandaron a la biblioteca como aprendiz de todo, ahí empecé a conocer el quehacer bibliotecario y empecé a recibir consejos e influencia de grandes personalidades del mundo de la bibliotecología como Guadalupe Carrión, Gloria Escamilla, Ana María Magaloni, gente ya formada con posiciones muy importantes que me mencionaron que esto tenía gran futuro y había mucho por hacer.  Yo había decidido que iba a ser uno de los tantos administradores de empresas, a pesar de que no tenía nada que administrar. Mi decisión tenía que ver más con la carrera de moda de esos años que con un principio de vocación. Cuando caí en las bibliotecas accidentalmente decidí ser bibliotecario para siempre y no me arrepiento para nada.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión y lo que más extrañas?

Cuando estudiaba leí un pensamiento de Rabindranath Tagore “Dormí y soñé que la vida era servicio, serví y descubrí que en el servicio se encuentra la alegría” Qué es lo que más me gusta de ser bibliotecario: servir a los demás. Desde cualquiera de las trincheras que ocupé como bibliotecario especializado en Conacyt y en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, como bibliotecario académico, en la UAM, en la Universidad Autónoma de Zacatecas, en la que me tocó fundar el sistema bibliotecario. En la docencia fui maestro fundador y coordinador académico de la carrera de Licenciado en Biblioteconomía en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y tuve el privilegio de trabajar en los 80´s en el Programa Nacional de Bibliotecas Públicas donde me tocó crear y dirigir la Red de bibliotecas públicas de Tabasco. Ahí fue cuando decidí moverme a la industria de la información, también por accidente, me invitaron a trabajar en una empresa holandesa durante diez años que ya desapareció y donde hice crecer el mercado de suscripciones científicas para bibliotecas universitarias en muchos países latinoamericanos. Lo que más hice en todas esas trincheras fue servir, yo presumo que EBSCO fue la cúspide de mi carrera porque me dio la oportunidad de servir a cientos de bibliotecarios y bibliotecas en decenas de países distintos desde una misma trinchera: servicio. ¿Qué es lo que más extraño? Nada, porque no he dejado de trabajar, de influir, de dar charlas, conferencias, de seguir motivando a las nuevas generaciones. Por lo tanto, sigo en contacto con las bibliotecas, sigo sirviendo. Y mientras Dios me de vida, seguiré trabajando.

Qué es lo que más me gusta de ser Bibliotecario: Servir a los demás.

Con el paso de los años y la experiencia como Bibliotecario Académico y Especializado, ¿qué aspectos consideras indispensables para ser un profesional de la información?

Hay muchos, la primera cualidad es mucho entusiasmo y una gran capacidad de aceptar la diversidad. Debes tener una enorme capacidad de planear, contrariamente a lo que se cree sobre que los bibliotecarios son tímidos y, al contrario, creo que como el principal trabajo del bibliotecario es servir a otros seres humanos debe tener una enorme habilidad para relacionarse tanto con individuos como con grupos sociales. Consecuentemente el bibliotecario tiene que ser muy empático, tener la capacidad de ponerse en los zapatos de su interlocutor para tratar de entender la necesidad de información y traducirla en servicio, en resultados. Debe ser organizado, con una gran habilidad de gestión, ya que a pesar de que el discurso teórico dice que la biblioteca es el corazón de las universidades, la savia que nutre, que oxigena la sangre, que le da vida a las funciones sustantivas de la universidad, en la práctica se le considera como el lugar donde van los castigados, el lugar que no necesita presupuesto, ni infraestructura, ni recursos humanos calificados. Por lo tanto, si alguien decide ser bibliotecario debe desarrollar una gran habilidad para gestionar y para convencer del valor de las bibliotecas. Debe ser un investigador nato, curioso, cuestionar todo en lo que no crea, por tanto, investigar y buscar la verdad, no dejarse llevar por noticias falsas, sino llegar al fondo de la información. Pero, sobre todo, la última que englobaría a todas las demás, ser muy persistente. Nunca darse por vencido.  A mí me decían, tu vendes piedras hasta por cansancio. Yo cuando decido que voy a vender, voy a vender, independientemente del tiempo que me tome. Debo tener muy claro lo que quiero y no darme por vencido jamás.

Hablando de tu paso por EBSCO, ¿Cuál fue tu primer gran reto al llegar a EBSCO?

El cambio de una empresa a otra, al llegar con los clientes, mi enemigo más grande no era la anterior empresa, mi primer gran reto era competir conmigo mismo. Ir con el mismo cliente al que había vendido anteriormente y ahora llegar y sin hablar mal de la venta anterior, decir que me había dado cuenta de que ahora donde estaba tenía ciertas ventajas sobre la empresa anterior. Ese fue mi gran reto, convencer a todos aquellos que habían confiado en mí, que ahora debían comprar aquí. Y lo logré, no fue inmediato ni fácil. Ambas empresas vendían suscripciones tanto a revistas impresas como a revistas electrónicas. Teníamos otras ventajas en el portafolio, Jim Stevens definitivamente ha sido el hombre más visionario en la industria de la información, porqué decidió automatizar a EBSCO mucho antes que los demás lo hicieran, decidió comprar una pequeña empresa que estaba en el sótano de una casa en Boston, para producir discos compactos, que se convirtió en EBSCO Publishing, el motor de la producción de recursos de información de EBSCO en este momento y que lo ha convertido en el proveedor de recursos electrónicos de información más importante del mundo. Ese creo que fue mi principal reto, competir conmigo mismo y convencer.

¿Cuál consideras tu mayor logro en tu paso por EBSCO?

Algún día escribiré la historia… pero EBSCO México nació en la oficina de juntas de la empresa de mi hermano. José Antonio Yáñez de la Peña y Oscar Saavedra compartían un teléfono y una laptop y así empezó EBSCO México, en enero de 1998.

El mayor logro, independientemente de lo que EBSCO es a nivel internacional, fue ser parte del equipo que fundó EBSCO Latinoamérica, que es hoy el equipo humano más fuerte, no sólo numéricamente sino más calificado e importante en la industria de la información en América Latina. No es un mérito solamente mío, es un mérito de equipo, pero yo contribuí a eso. Nunca me dediqué solamente a las finanzas, siempre me concebí como un vendedor. Nunca dejé de ir a los congresos, de visitar a los clientes para convencerlos de apoyar al equipo de ventas, participando en stands o pódiums, dando conferencias. Yo sabía e inyecté a mis colegas la convicción de que, si éramos capaces de vendernos nosotros profesionalmente, generaremos confiabilidad y si la gente confía en mí, cuando les diga que EDS es el mejor servicio de descubrimiento bibliográfico en el mundo, tendré elementos para defender con argumentos mi afirmación, pero detrás de mi hay todo un trabajo de credibilidad.

Otro aspecto, que considero un logro importante, es que yo era al mismo tiempo responsable de la rentabilidad del negocio, encontrando el equilibrio en la ganancia entre las ventas y los costos operativos; y en los veintiún años fiscales que cerré en EBSCO nunca cerré en números rojos, todos los años le di a EBSCO números negros, utilidades brutas y utilidades netas. Ese es un gran orgullo para mí profesionalmente.

Dada la evolución constante que se tiene en el mundo de la información, ¿Qué cambios visualizas en EBSCO a corto y largo plazo?

Creo que EBSCO tiene la energía que le inyectaron sus fundadores y sus presidentes anteriores, independientemente de quiénes ya no estemos. Aunque algunos ya no están físicamente, a diario en la oficina, el espíritu de ellos está ahí, heredado por el actual CEO y todos los que actualmente han adoptado esa filosofía. A Lidiette con su maravillosa actitud y habilidad para relacionarse, le auguré que llegaría muy lejos y véanla ahora. Lo que visualizo para EBSCO es desarrollo e innovación tecnológica; algo que se heredó de los fundadores fue el reinvertir en investigación y desarrollo tecnológico parte de las utilidades. Yo dudo que otras empresas en la industria de la investigación arriesguen ese monto de dinero en seguir investigando y desarrollando nuevos productos y servicios de vanguardia.

Auguro que, en el corto, mediano y largo plazo, seguirá siendo el líder en tecnología, productos y servicios de información para todo tipo de unidades de información en el mundo entero.

Lo que visualizo para EBSCO es desarrollo e innovación tecnológica.

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Algún comentario o recomendación que nos quieras dar para lograr una carrera tan longeva y exitosa como la tuya

No perder jamás el enamoramiento, dicen que los matrimonios se terminan porque los esposos dejan de estar enamorados. Yo creo que si un profesional de la información, independientemente de su carrera, no pierde el enamoramiento en lo que hace, se mantiene actualizado, sale de su zona de confort y adquiere una mentalidad de acero para sobreponerse a cualquier fracaso, conseguirá alcanzar lo que se proponga.

Por último, deseo reiterar mi agradecimiento eterno a EBSCO por la oportunidad de vida que me brindó, que me permite seguir siendo parte de su familia, y de la que espero serlo hasta mi último aliento.

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