La investigación académica es una de esas realidades en contraste con la mentalidad orientada al consumo del nativo digital. Como profesional de la información académica, me dedico personalmente a asegurarme de que los estudiantes saquen el máximo provecho de la biblioteca. La investigación es un proceso que comprende distintas fases que incluyen: definición de un tema, formulación de las preguntas de investigación, adquisición de terminología específica del campo, identificación de fuentes y análisis de los resultados. Para convertirse en un investigador competente se requieren tanto habilidades de pensamiento de orden inferior (recordar, comprender) como de orden superior (evaluación, síntesis). La investigación lleva tiempo. Comprender lo que está en juego en el proceso de investigación es el primer paso hacia el éxito.
Como gerente especializado en información, el bibliotecario es la persona que puede ayudarlo a navegar a través del tsunami de información disponible dirigiéndolo a los recursos académicos que mejor se adaptan a sus necesidades. Sin embargo, muchos nativos digitales piensan que los bibliotecarios son un poco más que guardianes de edificios, y sus servicios siguen siendo muy poco utilizados.
En el informe “How Freshmen Conduct Course Research Once They Enter College”, Alison Head señala que los estudiantes no son conscientes de la amplia gama de servicios digitales que ofrece la biblioteca. El acceso inmediato a la enorme cantidad de información puesta a disposición por los gigantes de Internet ha creado la percepción de que la “información” es un bien de consumo y que toda la información puede recuperarse sin esfuerzo y de forma gratuita.
Este no es así. Las búsquedas abiertas en la web pueden producir una abundancia de resultados, pero eso no significa que esos resultados sean utilizables, creíbles o confiables. Por muy útiles que sean para las búsquedas cotidianas, los motores de búsqueda de internet más utilizados son plataformas comerciales basadas en datos cuyo principal objetivo es la publicidad, no la investigación académica. De hecho, los motores de búsqueda de internet han sido el centro de varias controversias a medida que más estudios han ido analizando los sesgos en las fórmulas algorítmicas y los resultados de las predicciones (si no lo ha visto, revisa Algorithms of Oppression: How Search Engines Reinforce Racism de Safiya Noble).
No es que los investigadores no entiendan cómo funcionan estas plataformas de datos; lo entienden y hay estudios que lo demuestran. Las complejidades del panorama de la información digital, junto con las leyes de derecho de autor en un universo editorial académico en constante transformación, han contribuido a fomentar un comportamiento de búsqueda como recolección desordenada de información que favorece la conveniencia sobre la precisión, y la inmediatez de resultados sobre el proceso de investigación.
¿Cuál es la cuestión fundamental? No todo lo que se ha escrito está disponible gratuitamente en la web, y no todo lo que aparece en los resultados de las búsquedas abiertas en la web va a ser relevante para su búsqueda. De hecho, las publicaciones más relevantes en su área de investigación van a ser accesibles a través de una base de datos especializada en su biblioteca.
Tengan en cuenta estos tres principios cuando hagan investigaciones académicas:
- No toda la información se crea igual - Uno de los pasos más importantes en el proceso de investigación es evaluar y valorar la fiabilidad de sus fuentes. El uso de una base de datos especializada para la investigación quitará gran parte de la carga de esa tarea, debido a que el material incluido habrá sido seleccionado por su relevancia y evaluado para su inclusión.
- Búsqueda refinada - Una base de datos especializada le permitirá establecer parámetros de búsqueda específicos por fecha, publicación y tema. Le introducirá en el lenguaje utilizado por los especialistas en la materia y por lo tanto sólo producirá resultados que sean altamente relevantes y pertinentes a sus preguntas de investigación.
- El contexto lo es todo - Cada campo tiene su historia, temas de interés y personajes principales. Entender de qué trata la conversación académica es un paso importante en el proceso de investigación. Una base de datos especializada puede ayudar a localizar las brechas en la investigación y definir su tema de estudio.
La alfabetización informacional es un tema de gran importancia en la era digital. Educar a los usuarios de la información para que comprendan sus resultados y evalúen sus fuentes es una responsabilidad que recae principalmente en los bibliotecarios, que son los verdaderos héroes desconocidos de la revolución digital. Un importante recurso para aprender más sobre el comportamiento de búsqueda de información de los estudiantes universitarios es el estudio longitudinal realizado por Alison J. Head y Michael Eisenberg de Project Information Literacy.